jueves, 9 de agosto de 2012

y todo lo que puedo saborear es este preciso momento.

sus labios eran los más suaves que jamás había besado, el tacto era agradable y el sabor exquisito. no quería parar de besarlos, nunca mejor dicho. Estaba extasiada pues ni tan solo por un momento se había imaginado sentir tanto con aquel beso.
Podía sentir como le temblaban las piernas y le sudaban a chorros las manos, las mejillas le ardían  hasta el punto de que aquella sensación le molestaba, estaban rosas más de lo que nunca lo habían estado. Toda ella era un amasijo de nervios, pero aún así se sentía tan bien... era como estar en casa, se asemejaba a una insuperable sensación de  bienestar que se expandía desde su pecho hasta sus extremidades y le rodeaba; él la llenaba por completo.
Las manos de él la atrajeron hacia si.Ella no podía parar de juguetear con sus oscuros cabellos que parecían escurrirse entre sus dedos, le encantaba, todo aquello realmente le encantaba.